Resumen
La integración de la TI o de los sistemas es la conexión de los datos, las aplicaciones, las API y los dispositivos en toda la empresa de TI para aumentar la eficiencia, la productividad y la agilidad. La integración logra que todos los elementos de la TI funcionen en conjunto, así que es un aspecto esencial a la hora de analizar la transformación de la empresa (es decir, las modificaciones fundamentales en la forma de ejecutar las operaciones comerciales para adaptarse a los cambios en el mercado). La integración no solo conecta todos los elementos de la empresa, sino que también agrega valor gracias a las características nuevas que ofrece al combinar las funciones de sistemas diferentes. Por ejemplo, Apache Kafka es una plataforma open source que le permite integrar los flujos de datos con sus aplicaciones, para que puedan tomar medidas de inmediato conforme reciban información.
La integración de la TI no es lo mismo que la integración continua (CI), que es una práctica mediante la cual el desarrollador incorpora las copias del código en ejecución en un repositorio central compartido varias veces al día. El objetivo de la CI es automatizar los procesos de diseño y verificación, para que se puedan detectar los problemas de manera anticipada y se agilice el desarrollo.
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Breve historia sobre la integración
A medida que los sistemas de TI evolucionaban, comenzaron a expandirse y alejarse unos de otros. Las soluciones de un proveedor no se comunicaban con las de otro, y el resultado era una pila de TI que solo estaba conectada por el hecho de que una sola persona era la dueña de todos sus elementos. Se necesitaba una manera de organizar este desorden tecnológico para disminuir el esfuerzo que se requería, sobre todo, al momento de implementar los sistemas y de tomar medidas siguiendo la lógica empresarial.
* Nota: La siguiente información está sujeta a cierto debate semántico: topologías físicas o lógicas; enfoques, arquitecturas o tecnologías. El objetivo de las siguientes explicaciones es servir de descripciones generales.
Integración de las aplicaciones empresariales
La solución a toda esta expansión desordenada era la integración de las aplicaciones empresariales (EAI), con tecnologías, herramientas y un marco que integra las aplicaciones de inmediato y mediante el uso de mensajes que se envían cuando suceden ciertos cambios o según los parámetros de cada aplicación. Había dos maneras de lograr la EAI: o se realizaba punto a punto, o por distribución y enlace.
Con el modelo punto a punto, se debía personalizar cada aplicación para comunicarla con las demás aplicaciones y elementos de la TI. Es decir, se tenía que personalizar cada elemento de TI y todos los recursos con los que se conectaba. Se trata de un trabajo muy tedioso y sumamente propenso a errores. Para complicar un poco más las cosas, a medida que se actualiza la infraestructura y las aplicaciones, se dificulta aún más mantener este modelo a lo largo del tiempo.
Para resolver este problema, se puede aplicar el modelo de distribución y enlace, en el que las conexiones entre las aplicaciones y los servicios se administran desde un agente central: el nodo. Los radios que conectan el nodo a las aplicaciones y los servicios pueden recibir mantenimiento de forma individual, lo cual permite que las aplicaciones mismas se concentren en sus tareas, porque todos los tipos de integración se gestionan con el nodo y los radios. La principal desventaja de este enfoque es la centralización del nodo: se convierte en un punto único de falla para el sistema y para las comunicaciones de la infraestructura. Con la estrategia de distribución y enlace de EAI, el funcionamiento de cada una de las integraciones depende del nodo.
El bus de servicios empresariales
Luego del enfoque de distribución y enlace de EAI, apareció el bus de servicios empresariales (ESB): una herramienta que proporciona un aislamiento basado en los mensajes y que segmenta en módulos los servicios entre las aplicaciones.
El ESB también actúa como un nodo central donde se comparten, enrutan y organizan todos estos servicios segmentados para conectar sus aplicaciones y datos entre sí. Es una solución más efectiva que la de distribución y enlace de EAI, aunque tal vez no sea la última, porque hay que considerar que las empresas crecen, agregan recursos y necesitan mayor velocidad en todas sus propiedades y recursos de software.
Es probable que piense que el ESB se parece mucho al modelo de distribución y enlace, y no se equivoca, pero el ESB tiene ciertas funciones que lo distinguen.
- Los ESB se presentan como servicios que usan estándares abiertos, lo cual elimina la necesidad de escribir interfaces únicas para cada aplicación.
- Los servicios de integración se pueden implementar con cambios mínimos en las aplicaciones.
- Los ESB se basan en interfaces y protocolos abiertos estándar del sector para facilitar las implementaciones nuevas.
Sin embargo, las implementaciones típicas de ESB suelen generar arquitecturas centralizadas por las razones que ya mencionamos en el modelo de distribución y enlace: se trata de un solo lugar donde se alojan y controlan todos los servicios de integración. Pero las arquitecturas y las implementaciones centralizadas de ESB tienen un control central inflexible que no permite distribuir soluciones más rápidas y adaptables, que son la base de las iniciativas de la transformación digital. Además, los ESB a menudo se convierten en aplicaciones monolíticas.
Integración ágil
Hasta ahora, hemos hablado sobre la integración propiamente dicha; es decir, las tecnologías que permiten que todos los sistemas funcionen en conjunto. Pero ¿qué es la integración ágil? En pocas palabras, es el futuro que Red Hat prevé para los sistemas interconectados y la manera en que respaldan el trabajo real que los equipos de TI deben desempeñar para tener éxito, sobre todo cuando se producen cambios con mayor frecuencia.
Red Hat considera que el enfoque tradicional de integración, basado en equipos centralizados que controlan las tecnologías monolíticas, puede dificultar el desarrollo y la utilidad a largo plazo de las aplicaciones distribuidas. Las tecnologías tradicionales de integración, como el ESB, ofrecen ciertos beneficios (por ejemplo, priorizan la seguridad y la integridad de los datos), pero dependen de un solo equipo para definir las integraciones de toda la empresa.
Actualmente, las arquitecturas de aplicaciones creadas en la nube y sin conexión directa, que se desarrollaron con los métodos ágiles y de DevOps, necesitan un enfoque de integración con la misma agilidad y capacidad de adaptación. La visión de Red Hat sobre la integración ágil es simplemente un enfoque para conectar sus recursos que combina las tecnologías de integración, las técnicas ágiles de distribución y las plataformas desarrolladas directamente en la nube para mejorar la velocidad y la seguridad de la distribución de software. La integración ágil implica específicamente la implementación de tecnologías de integración, como las API, en los contenedores de Linux, así como la extensión de las funciones de integración a los equipos interdisciplinarios. Una arquitectura de integración ágil se puede dividir en tres funciones clave: la integración distribuida, los contenedores y las interfaces de programación de aplicaciones.
Integración distribuida
- Con TI de tamaño reducido
- Basada en patrones
- Orientada a eventos
- Basada en la comunidad
Principal beneficio: FLEXIBILIDAD
Contenedores
- Desarrollados en la nube
- Eficaces e implementados de forma individual
- Adaptables y con gran disponibilidad
Principal beneficio: CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN
Interfaces de programación de aplicaciones
- Extremos definidos, bien gestionados y reutilizables
- Influencia y uso del ecosistema
Principal beneficio: CAPACIDAD DE REUTILIZACIÓN